El mundo entero

-¿Se puede? ¿Qué haces?

-Los deberes de Lengua.

-Ya queda poco para que cumplas ocho años, Bibi.

-¡Cinco días, papi!

-¡Ya sé lo que te voy a regalar! ¡Ya lo compré!

-¿Sí? ¿Y por qué no me lo das?

-Tenemos que esperar al propio día.

-¿Crees que me va a gustar?

-Mucho.

-¿Pero qué es?

-Adivina.

-Dame una pista.

-Contiene todo lo que más te gusta.

-¿Es una caja?

-Es más grande que una caja pero…caliente, caliente: se parece.

-¿Cabo yo dentro?

-Quepo.

-¿Quepo yo dentro?

-Claro que cabes y muchas más personas también.

-¿Es una casa?

-Puede.

-¿Un bosque?

-También.

-¿De secuoyas?

-Hay todas las especies de árboles: pinos de diez centímetros y magnolios centenarios.

-¿Hay animales?

-Hirviendo: ¡Muchos animales!

-¡Pero eso es imposible!

-No es imposible, espera y verás.

-¿Me darás el regalo en mi merienda de cumpleaños?

-No, te lo daré el viernes al mediodía, cuando regreses del cole.

-¡Pum, pum!

Mi padre siempre llamaba a la puerta antes de entrar a mi cuarto. Nadie más poseía delicadeza en aquel piso numeroso en gente, ruidos y disrupciones: aspiradoras, radiocasetes, lavadoras, batidoras, televisores, rings telefónicos, portazos, niños, adolescentes, canarios…hasta los vecinos del tercero b, cantantes líricos, filtraban sus ejercicios vocales por el patio de luces. Era difícil concentrarse. Papá tenía su clínica médica en el segundo así que, cuando por las tardes libraba algunos minutos entre paciente y paciente, subía a la vivienda en el tercero a leer el periódico y llamaba a mi puerta.  

-¿Me regalarás ovejitas blancas como las de Norit?

-Sí.

-¿Y canguros?

-También.

-Pero están en Australia.

-No importa, te lo regalaré todo.

-¿Todo?

-Todo lo que te puedas imaginar e incluso más.

-¿Entonces también me regalarás las golondrinas, aunque sea invierno?

-Volverán las oscuras golondrinas.

Y durante los minutos libres de papá de aquella semana, nuestras conversaciones giraron en torno a aquel seductor regalo, que como todos los de su autoría, me carcomían de curiosidad por la literatura con que los empaquetaba. Yo pensaba en mamás canguro con marsupios y golondrinas políglotas que regresaban de atravesar los cinco océanos. Nadie mejor que papá para enardecer una contrarreloj: Ya no deseaba el regalo sino saber de qué se trataba. Y llegó el viernes diez de febrero. ¡Pum, pum! ¿Se puede? Me tiró ocho veces de las orejas y entró con una caja de regalo tan grande como yo. Para avivar mi sufrimiento, dentro, como matrioskas, se simbiotizaban cuatro cajas más pequeñas, incluso un paquetito de papel minúsculo que me entretuve en abrir y que contenía un grano de café.

-Pista falsa- dijo.

Las tres cajas grandes estaban vacías a excepción de la última, cuadrada, de un tamaño inusualmente normal, en el que cabría un balón. La rompí.

-¿Ves? Te lo dije.

-¡¿Papaaaá?!

-Contiene los cinco océanos, los siete continentes, ciento noventa y cinco países, doscientas veinte mil islas, ocho millones de especies animales, cuatro mil trescientos millones de personas…

Mientras papá seguía con su inventario, yo observaba ojiplática un mundano globo terráqueo azul, invadida por una fiebre de emociones que pendulaba entre la desilusión de mi ambición materialista y una admiración profunda por su cerebro.

-A ver si adivinas con los ojos cerrados en donde estamos.

Ocho, nueve, diez, veinte, treinta, cuarenta diez de febreros…Me hice mayor y no solo me recuperé de su interminable currículum de ocurrencias sino que me apropié de muchas de ellas, añadiendo otras muchas de mi propio magín, certificando que las manzanas nunca caen lejos del manzano; siendo mi padre el manzano y yo su fruto. Con la clarividencia que me dieron los años y con la savia de crecer en las ramas de un fértil árbol frutal, ahora sé que mi padre me regaló el mundo entero: la originalidad de su mirada, las metáforas con las que ensanchar la vida, la sagacidad de su niño interior.

Longitud 08º23’45.6” Latitud N43º22’16.86”.

#historiasdepadres

El año en que dejé de ser rubia

La subversión del cuento tradicional de una heroína postmoderna que sobrevive a su propia familia

El año en que dejé de ser rubia es el seductor título de la novela de la escritora y periodista de Carballo (A Coruña) Alejandra Mareque, ganadora del XXVI Premio de Novela Corta Salvador García Aguilar publicado por la Editorial Aguaclara.

Hay muchas flores para entretenerse en este jardín. Para mí, la más fascinante es Olivia, la protagonista con la que me identifiqué desde la primera línea. Fue amor a primera página.

Olivia ha dejado de encajar en la mirada de su familia, en el reflejo que su entorno proyecta de ella, en las expectativas de vida que le conceden. La maternidad y las cargas domésticas la han destruido. Tras la felicidad aparente de la casa de la urbanización próspera en la que reside, Olivia se ha olvidado de ser ella, de ser feliz.

Al subir con la cesta de la colada limpia a rebosar, los calcetines se precipitaban rodando por los escalones y entonces todo me desbordaba, la colada, la casa, la monotonía, la vida misma ( página 17).

Pero un buen día, Olivia encuentra sus pinceles de estudiante de Bellas Artes y vuelve a utilizarlos. Y es, a través del arte, como comienza su liberación: el trayecto de vuelta a su esencia. Sin embargo, esta nueva Olivia que emerge incomoda más que nunca a su triunfador marido, Guillermo: Olivia sale de los estrechos márgenes que la mirada opresora de Guillermo le concede y la hace culpable de querer romper con su familia.

Tal vez sí quisiera romper mi familia inconscientemente. Quizás esa idea de familia que había contribuido a formar me estaba constriñendo. Es cierto que a veces me sentía como una escapista que se contorsiona hasta el límite para hacer caber su cuerpo dentro de un minúsculo cubículo (página 14).

El lobo está en casa

El año en que dejé de ser rubia es la subversión del cuento tradicional. Si Caperucita Roja salía de casa y era al adentrarse en el bucólico bosque en donde se encontraba el peligro; el lobo de Olivia está dentro de su cómoda casa burguesa: en los cientos de veces que encaja los vasos de cristal en el lavavajillas, en cada una de las lasañas que hornea, en la contrarreloj diaria para atender las necesidades básicas de sus hijos y acercarlos a sus actividades extraescolares. Olivia no tiene tiempo para ser Olivia. Es un mero robot cronometrado para que la vida de los otros (su familia) funcione.

Bildungsroman

Si en las novelas de crecimiento o aprendizaje tradicionales las enseñanzas de la vida se producen en el paso de la juventud a la madurez, las heroínas o antiheroínas postmodernas, siempre sobrepasadas por una realidad escurridiza e inaprehensible, se componen y recomponen una y otra vez a lo largo de su vida. Se levantan, se desdicen, se enamoran de ellas mismas. No dejan de crecer, ni de tener crisis, ni de rebelarse en la edad adulta, como Olivia.

La maternidad como construcción personal

Y aquí entramos de lleno en la violencia silenciosa de las cargas familiares y domésticas que nos siguen anulando a millones de mujeres robándonos el más escaso tesoro humano del que disponemos, el tiempo. Que impiden que Olivia pinte, se desarrolle y sea una gran artista. Y aquí es donde, cada una de las Olivias, como la Olivia de Alejandra Mareque, ha de liberarse del constructo social sobre la maternidad. De todo el ideario milenario que toda madre hereda, para hallar su propia manera de ser madre, a menudo, como ocurre también con Olivia, tomando perspectiva del trabajo que con ella hicieron sus padres.

Alejandra Mareque ( a la izquierda) y yo en la presentación de su novela

Novela metaliteraria

Pero Olivia logra salir del armario doméstico a través de su obra plástica que, precisamente, cuestiona y utiliza su vida cotidiana para desbaratarla aunque, al comienzo, su manual de quehaceres le deje apenas quince minutos para hacerlo: pero ahora sé que para ser artista no se puede ser tibia, hay que ser extrema, radical en cierto sentido, y yo no lo era ( Página 38).

Es muy interesante la doble lectura que El año en que dejé de ser rubia propone, ya que se puede leer el libro literalmente y también se puede hacer una lectura de las imágenes, de las obras, de las fotografías pintadas que Olivia produce partiendo de los deshechos de su vida doméstica. La obra es doblemente metaliteraria si tenemos en cuenta que la Literatura también es arte y también necesita tiempo para crecer y desarrollarse. Y que reflexionar sobre el Arte es reflexionar sobre la Literatura. Y finalmente también sobre la vida.

Aforo de O Casino de Carballo durante la presentación

El estilo de escritura de Alejandra Mareque

El estilo de El año en que dejé de ser rubia es ágil, divertido, sin perder riqueza lingüística, precisión expresiva ni complejidad temática. Es una novela de fácil lectura que, paradójicamente, es la manera más difícil de escribir. Me parece interesante recordar lo que destacó de la obra el jurado que la galardonó: la novela está llevada por una prosa veloz, muy eficaz, llena de detalles, con algún fogonazo sorprendente en la adjetivación, en la construcción. También resaltó la agilidad de los diálogos que muchas veces no son meramente diálogos sino que van hilando y reconstruyendo fragmentos de frases y de pensamientos. Subrayó también la coherencia de toda la trama dentro de sí misma.

Diálogo intertextual

Aunque el feminismo de Olivia y su revolución artística parte de su intimidad, tiene repercusiones familiares y sociales. La obra de Alejandra dialoga intertextualmente con otras, por poner solo dos ejemplos, con Las literatas: Carta a Eduarda, escrita por nuestra Rosalía de Castro en 1865, quejándose de las enormes dificultades que encuentran las mujeres escritoras para producir. Se adelanta, Rosalía de Castro, a un ensayo universalmente conocido, que ha hecho mucho por los derechos de las mujeres, ya sabréis que me estoy refiriendo a Una habitación propia de Virginia Woolf (1928).

Presentación de El año en que dejé de ser rubia en Carballo

He de reconocer que estaba nerviosa el día de la presentación de su novela en Carballo, el pasado 30 de diciembre. La obra me había entusiasmado y Alejandra me impone porque la admiro. Confío totalmente en su criterio, no solo en el literario, sino en el humano. Es certera y precisa, como su escritura. Y quería estar a su altura. Y, claro, siendo amiga suya desde los seis años, habiendo compartido con ella tantas experiencias, reunirnos en el Casino para presentar su obra, lugar donde tantos años celebramos disfrazadas las fiestas de Carnaval, delante de familiares, amigos y vecinos, fue especialmente emotivo . Pero Alejandra lo hace todo con esa aparente sencillez con la que escribe: fue un enorme honor compartir su presentación como gran escritora en su pueblo. Estoy orgullosa de ella. Nos quedan muchas aventuras en papel y por el mundo.

La escritora Alejandra Mareque

Presentación de El año en que dejé de ser rubia en Madrid

Alejandra Mareque vive desde hace años en Madrid donde ejerce su carrera periodística en el ámbito de la Comunicación Cultural y Social y próximamente, el día 2 de marzo, presentará su novela en la librería La Buena Vida, para que lo apuntéis en vuestras agendas móviles los que estáis por la Meseta. La acompañará en esta presentación la periodista cultural Carolina Isasi. Y todos los que queráis adquirir la obra, además de solicitándola en vuestras librerías habituales, podéis hacerlo a través de numerosas librerías online como:

https://www.casadellibro.com/libro-el-ano-en-que-deje-de-ser-rubia/9788480184748/13366008

https://www.fnac.es/a9936517/Alejandra-Mareque-Facal-El-Ano-En-Que-Deje-De-Ser-Rubia?Origin=fnac_bing,

https://www.libreriaalberti.com/libros/el-ano-en-que-deje-de-ser-rubia/9788480184748/

o a través de la editorial http://www.editorialaguaclara.es/index.php

Papá de garda, pediatra de garda

In memoriam

Cando me convertín en nai puxen a miña vida en perspectiva. Dinme conta do afortunada que fun como nena porque tiven bos exemplos na casa, ademais de amor e prosperidade.

Do meu pai aprendín o afán polo traballo e pola vocación. Despois de traballar pola mañá no Centro de Saúde e pola tarde pola súa conta, na súa clínica privada, daba o seu móbil aos pais dos seus doentes para que o chamaran cando lles fixera falla, ás doce da noite dun festivo, por exemplo. Porque o meu pai sempre dixo que tiña os mellores doentes do mundo, os nenos. O meu pai foi un médico de garda que levaba o seu maletín de primeiros auxilios a onde ía. Se iamos de picnic, de excursión, á praia, xunto aos biquinis e as palas ía o seu botiquín. Estaba sempre listo para calquera emerxencia e para axudar. Velaquí que xunto a vocación e o traballo aprendín entusiasmo e solidaridade.

Tanto os libros que o meu pai mercaba como os xornais que lía (sempre o lembro cun xornal na man) tiveron que ver coa miña temprana vocación cara o xornalismo. Cando él pousaba o xornal no sofá eu ía detrás a lelo. Con oito anos animabame a escribir porque mercaba os contos rupestres que eu inventaba e, a día de hoxe, aínda é o único que pagou xenerosamente polos meus escritos. Penso que ter aprobado a parte teórica das oposicións de Lengua Castellana e Literatura co tema do Quijote é un chisco do destino posto que foi o libro co que el aprendeu a escribir cando era novo, despois, o seu pai, tamén médico, obligoullo a copiar de corrido e mesmo sabía partes enteiras de memoria. O espírito do Quijote vivía nel e, por sorte, herdeino. É preciso darlle socorro aos desamparados. Estar un pouquichiño tolo para non amedrentarse, encher a cabeza de lecturas e palabras fermosas, ter sempre de escudeiro a un Sancho disposto a dicirnos a verdade ou a mentirnos con agarimo; continuar o camiño para enredar en aventuras.

E ao igual que podiamos contar con papá coma médico as vinta catro horas do día podiamos contar con el coma pai. A súa absoluta bondade e xenerosidade, a súa integridade, son faros para min no mundo. Déronme confort e forzas.

Unha grandeza que non perdiu cando enfermou, nin cando morreu, nunca, nin con un queixume maila dor que o acompañou. E agora déixovos co responso que lin no seu funeral que contén partes dunha adaptación libre do epílogo da Metamorfose de Ovidio.

Ao amor da miña vida,

Ao meu exemplo,

ao neno pillabán de aldea, a Pedriño, ao que estragou os

zocos polas corredoiras de Montecelo, ao valedor do

espírito das maceiras, ao soñador e loitador que

se fixo médico por vocación. E dende aquela sempre

foi un pediatra de garda, un papá de garda.

Ao amante dos seus sete irmáns,

dezanove sobriños, catro fillos, muller, seis netos,

Mamá Mercedes e Papá José, tíos,

Padriños, avós e amigos.

Do que aprendín a diferenciar a verdade da mentira,

estes versos adaptados de Ovidio:

A vida ensina que todo remata.

Non hai sono que perdure nin flor que non pereza.

A xuventude marcha e o amor se marchita.

Cada paso do tempo destrúe unha beleza.

Ímolo perder todo; as fervenzas e os regatos.

Caerán os grandes templos e os cabanotes míseros.

Os homes que quixen, as amigas que tiven

serán pó no pó, cinza na cinza.

Ti, papá, non has ser distinto ao paxaro e a rosa:

Veu a morte por ti moitas veces e finalmente botou no teu

peito a sombra das súas sombras,

que mostra que a vida non é máis que un sono breve.

E, aínda así, nunca morrerás de todo.

Apagarase a túa alma e rematará o teu corpo,

Pero na pel do mundo, como nun claro tesouro, unha nai

contará que lle salvaches a vida da súa filla, un neno

lembrará que lle zurziches o queixiño, sonará a

Compostelana na túa bandurria de tuno, os teus cantarexos,

o teu agarimo, os teus chistes, as túas partidas de xadrez e

brisca, o teu amor pola natureza, a túa conexión coa aldea,

o teu exemplo de médico labrego.

O teu eco será máis duradeiro que as chairas e os ríos.

Derrotará aos anos coas ás da gloria.

Nin o rencor nin a guerra acadarán destruilo.

Non poderán derrotalo nin o tempo nin as armas,

Nin os raios de Xúpiter nin o paso dos séculos,

Nin o alento do lume nin o fío da espada.

Cando morran as chairas e se esgoten os ríos,

a sona do teu nome farache permanecer.

Mentres nós lembremos os coidados que nos deches, o teu

amor, a túa vitalidade, xenerosidade e paixón,

Non habitarás na morte senón que vivirás.

Verán 2022 de lecturas

Aínda que no verán hipersocializo e baixa o meu ritmo de lectura, tento ler, alomenos, un par de libros. E aínda que sei polo Instagram que a lectura é práctica dunha minoría ( cada vez que comparto unha publicación literaria os likes menguan considerablemente), vou compartir con vós eses dous libros por mes que lin este verán e o ben que me fixeron. Porque, como tamén sei polas clases de Literatura que imparto no instituto, esa minoría que le, le moito, e está aberta ao mundo e as recomendacións.

Arte (1994) non é unha primeira lectura senón unha relectura que fixen por vez primeira fai vinte anos e que, por certo, podería facer en bucle. Arte é, en realidade, un brevísimo compendio de libros: libro de arte, manual de autoaxuda, libro de filosofía, compendio de chistes, manual de historia da parvada humana, antoloxía de citas…ou, dito doutro xeito, Arte ten moitísimas indicacións. Porque despois dalgunhas decepcións literarias, que se asemellan moito na dor ás amorosas, é importante ter esta xoia sempre a man para reconciliarse co mundo e cos libros, que son case a mesma cousa. O argumento é o conflito que desenvolve a compra dunha obra de arte nun grupo de tres amigos pero a obra ten numerosos nivéis de lectura. Porque este estupendo libro reflexiona sobre a arte e sobre a vida e sobre a arte definitiva, conceptual, abstracta e figurativa, a arte de vivir. Unha reliquia, por certo, que abre un diálogo intertextual con outra obra de teatro tamén polisémica e multifuncional , El chico de la última fila de Juan Mayorga que xa analicei e recomendei nun post anterior. https://ladytasende.wordpress.com/2022/04/23/elegir-un-amor/

Xa non aturo nengún discurso racional, todo o que fixo que o mundo sexa o mundo, todo o fermoso e grande neste mundo, nunca naceu dun discurso racional. Arte, Yasmina Reza.

Cándido ou o optimismo de Voltaire. Porque hai algo máis peligroso que o optimismo, o cinismo. A vida da e quita, unha de cal e outra de area, hai costas arriba e costas abaixo…mellor, crer neste mundo que empodrecelo. Cre en ti, cre no mundo. Fai un mundo ao teu gusto e para ti!. Fuxe dos cínicos!

O rei portador e outras historias de Beatriz Fraga porque somos seres narrativos e todo o que sucede no mundo son esencialmente historias. Os clásicos tíñano claro e para explicarse e entenderse utilizaron a Mitoloxía . Beatriz Fraga achéganos algunhas desas historias fundacionais cunha linguaxe viva e directa, que engancha, que tamén nos lembra que somos esencialmente orais. Seres narrativos e orais.

Cheguei a Arde este libro recomendada por unha amiga escritora e xornalista que aínda chora a recente morte do seu autor e amigo, Fernando Marías. Fernando Marías cóntanos, en primeira persoa e autobiográficamente, o seu pasado superado como alcólico e como parella dunha alcólica á que tivo que deixar para poder curarse. E todo o libro ten ese asfixiante ambiente de resaca que invita a beber moita auga e a cavilar sobre o alcolismo e as adicións.

Per sempre de Assis Petricelli e Sergio Riccardi, un tebeo dirixido para adolescentes que lle roubei ao meu fillo e que aborda algúns dos temas identitarios: a nosa sexualidade e a dos demais , que é amor e que semella amor e non o é. Per sempre lémbrame que unha parte dos meus libros preferidos son , en teoría, libros dirixidos a nenos e adolescentes. E tamén me lembra que os veráns da miña infancia estaban consagrados á lectura de cómic. Os debuxos son moi bos.

Mi abuela y su perro sabio

Mi abuela Pilar manifestaba devoción por su perro sobre el que comentaba con asombro que tenía entendimiento. Tener entendimiento comprendía sentarse cuando se le indicaba, predecir los días de tormenta somatizando nerviosismo, llevar una pequeña compra en la boca y abrir el portalón de hierro con cualquiera de sus patas. Dichos poderes no tendrían la mayor importancia si fuera un perro adiestrado pero es que Patrón era un can de aldea fruto del sofocón de verano de una chucha y un chucho vecinos. Pilar iba con él a las huertas colindantes, al río de lavar, a hacer la compra a la taberna; a todos los sitios, menos a la iglesia, los domingos. En realidad, mi abuela y Patrón tenían mucho en común. También Pilar era una viejita de aldea sin escuela pero naturalmente aprendida. Así como Pilar recibió en su bautismo un nombre que le pronosticaba el sostén de su familia, también a Patrón se le otorgó nominalmente la autoridad que ostentaría en la familia. En definitiva, la matrona y el Patrón eran una pareja peculiar bienquerida en toda la parroquia. Por eso, cuando un domingo Pilar faltó a misa y en su lugar apareció Patrón (cuyo entendimiento, recordemos, le capacitaba para abrir la puerta con cualquiera de sus patas) un grupo de parroquianos se ofreció a acompañarlo a casa. Dentro, desfallecida en la era, estaba Pilar que, cuando se recuperó de aquel ictus, añadió su salvación al catálogo de historias de valentía protagonizadas por Patrón. Mi abuela sobrevivió quince años a Patrón recordándolo cinco mil cuatrocientos setenta y cinco días, al cabo de los cuales, ambos fueron reunidos en sepultura bajo una lápida que indica: Pilar y su perro sabio.

#HistoriasdeAnimales @zendalibros @iberdrola

Te pienso y te desnudo

Aquí os dejo un poema que he escrito para un concurso de poesía en castellano en Instagram. No lo he ganado, ni siquiera me he clasificado, pero estoy muy contenta con el resultado y me encanta poder compartirlo con todos vosotros. Escribir para concursos te obliga a cumplir con los plazos de entrega y es algo que cada vez disfruto más. Las malas lenguas dicen que solo leemos poesía los que escribimos poesía. Mi impresión es la contraria. Creo que todos necesitamos cada vez más poesía porque representa nuestro lado bueno. Más poesía y menos consumismo, más poesía y menos tele, más poesía y menos guerras, ¿no creéis?.

Elegir un amor

Elegir un libro es como elegir un amor, todos son necesarios, todos nos proporcionan un argumento para vivir en un momento dado. Entonces, ¿por qué un amor y no otro? ¿Por qué Teo y no Hugo? ¿Por qué El chico de la última fila de Juan Mayorga? Los grandes amores, también los literarios, no compiten con argumentos demostrables. Los grandes amores nos vuelven del revés, nos aceleran el pulso, desactivan nuestro piloto automático. Los grandes libros nos enredan en sus tramas y nos impregnan con su tinta. Como Teo con su conversación y sus piernas largas. Nos precipitan a subrayar y a escribir en sus márgenes; a comprar ropa interior nueva. El chico de la última fila es una obra de teatro que habla de la vida y de los libros, de vivir, leer y escribir (que para muchos de nosotros es lo mismo) a través de la relación entre un profesor de Literatura y uno de sus alumnos, el que se sienta detrás de todo. Y es un (libro) seductor por diversas pulsiones:

  1. Porque todos hemos sufrido un profesor omnisciente que se cree que no tiene nada que aprender de sus alumnos.
  2. Porque todos hemos sido alguna vez el chico de la última fila, el tío raro, o sea, el tío como Dios manda.
  3. Porque El chico de la última fila alberga simbióticamente, como una muñeca rusa, un libro de aforismos: ¿Tolstoi o Dostoievski? Esa es la gran pregunta, la que resume todas las demás; El siglo XX: dos guerras mundiales y James Joyce; Les sueltas un verso y es como tirarles una bomba; Te gusta leer y escribir. Qué infeliz vas a ser. La literatura no enseña nada. No nos hace mejores; Esos no respetan nada: ni la ortografía, ni la sintaxis, ni el sentido común…”
  4. Porque simplemente pronunciando estos aforismos mágicos conviertes momentos anodinos en instantes coleccionables.
  5. Porque cada una de las palabras de sus escasas cien páginas tiene una misión y está cumpliendo con su destino.
  6. Porque mide una palma y pesa como una manzana así que es perfecto para leer, caminar, subrayar, oler, memorizar, compartir, viajar, empezar.
  7. Y habría que añadir decenas de argumentos convincentes propios de una reseña bibliográfica.

Esta reseña bibliográfica fue elegida entre las diez finalistas del concurso de reseñas bibliográficas de Zenda Editorial https://www.zendalibros.com/seleccion-del-concurso-de-resenas-recomiendaunlibro/

#recomiendaunlibro

“Para adicarse a arte hai que ter unha capacidade de sacrificio consistente”

Álvaro de la Vega con dúas tallas de madeira

Álvaro de la Vega (Paradela-Lugo, 1954) estudou Belas Artes para adicarse ao ensino e compensar as fallas económicas do artista que vai por libre. Fíxose escultor superados os trinta anos, despois de adicarse durante unha década ao cómic e ao graffiti en Barcelona. A Álvaro gústalle a esixencia da madeira xa que non permite erros e, se o tempo o permite, traballar ao aire libre. Debuxa para desintoxicarse e pensar na escultura dende outra beira. Di que o referente fundamental da súa arte é a vida e a conexión coa natureza. Unha idea que repite decote é que, lonxe de ser un artista que se poida deixar arrastrar polo seu furor poeticus, é un artista do Renacemento vencellado a un encargo cheo de condicionantes. Son os pequenos coleccionistas os que o apoian dende sempre maila que a madurez e traxectoria da súa obra é abraiante.

Polo tanto, teño a esperanza de que algunha persoa moi importante (e con sensibilidade) comparta esta conversa no meu blog e faga algo para atesourar e promocionar a obra deste inmenso artista. Eu batín con él de chiripa. Un día, deambulando por Lugo atopei as Cinco mans de madeira que apoian a muraia e decateime que facía tempo que non vía unha obra tan fermosa e tan inxeniosa. Algún tempo despois, un amigo da agrupación artística Galeoska ofreceume facer unha entrevista para a revista de arte e propuxen inmediatamente entrevistar a Álvaro de la Vega. E xa que iste bitácora permite certo protagonismo da entrevistadora e non ten o límite de espazo dunha revista, reproduzo a nosa fermosa conversa telefónica completa mentres él paseaba aos cans polo monte xa que o noso encontro persoal decapitouno a pandemia. O achado de Álvaro de la Vega fíxome lembrar que o meu xénero periodístico predilecto é a entrevista e que ista carreira en crise val a pena simplemente por poder remexer no maxín de Álvaro.

Despois dunha traxectoria tan longa, pódese dicir que se pode vivir da arte?

Hai que ter unha capacidade de sacrificio moi consistente. Isto ten moitos altos e baixos, mais baixos que altos e é moi dificil abrirse mercado se non tes a sorte de introducirte en circuitos internacionais porque xa non podemos falar de circuitos nacionais.

Tes obra en bastantes museos e concellos galegos…

Non tiven moito acceso ás mellores institucións artísticas pero movinme con galerías e sobre todo conto co apoio dos pequenos coleccionistas galegos e algúns madrileños tamén.

Hai algún tema que te obsesione e ao que voltes decote?

Creo que si. Inconscentemente estou volvendo a unha serie de traballos xa feitos sobre a contemplación e estou ampliando ideas sobre ise tema. Ademáis de escultura fago paisaxes que eu clasifico como excentridades. Son debuxos para desintoxicarme e poder repensar a escultura doutro xeito, cruzo á beira de enfrente e podo verme nun espello. Estes debuxos tamén están relacionados comigo e coa obra vertebral que é a escultura…

Traballas moito coa madeira… Fálanos da túa relación cos materiais.

A min gústame moito a madeira e, se as circunstancias o permiten, góstame traballar ao aire libre. Teño disfrutado moito esbozando as miñas pezas ao aire libre aínda que as horas do día e a climatoloxia obligan logo a traballar tamén nun taller convencional. A madeira lévate para o monte. A miña maneira de aproximarme á madeira é próxima á dos leñadores. A madeira é o material máis presente no meu traballo polas circunstancias da contorna na que nacín: madeira intervida polos labregos, polos leñadores, teño unha relación moi forte con ela.  Logo, por curiosidade, fixen unha serie de pezas aos finais do 90 en ferro colado que foron moi ben. O que pasa é que o ferro o é un material que encarece moito o producto e é mais difícil metelo no mercado. Ademáis, a xente espera sempre que para exteriores a escultura sexa bronce e eu non son unha gran estrela que poida levar a cabo as miñas ideas, estou limitado polos encargos.

Eu da man da estatua de Lorca na Alameda de Santiago

Fixeches por encargo unha estatua de Lorca en bronce para a Alameda de Santiago. Aprendes algo das persoaxes que inmortalizas?

Claro que si. Sempre fun un admirador de Lorca da súa poesía, teatro e da música a través de Camarón así que non me resultou difícil poñerme a ton con él. Para outros encargos teño que documentarme e situarme.  O editor Quique Alvarellos suxeriu que teríamos que partir dunha fotografía de Lorca paseando levando posto o mono da súa compañía teatral La Barraca durante unha das súas visitas a compostela. É en bronce patinado e logo o mono vai en cor azul.  

Álvaro, traballas con horarios férreos?

Hoxe empezarei tarde, son irregular…pero dentro da irregularidade hai traballo constante porque a madeira, ademáis, expresa ás horas de traballo que lle poñas: non é arte explosiva froito dunha inspiración que se poida facer en minutos.

Cinco Mans que apoian a muraia de Álvaro de la Vega

A miña curiosidade por teu traballo parte de descubrir “Cinco mans que apoian a Muraia” que son unas mans de madeira que semellan uns contrafortes na praza Fillos de Antón de Marcos en Lugo. Cando as vin tiven a impresión de que facía tempo que non vía algo tan fermoso e auténtico.

Esas mans en madeira estaban pensadas para pasalas a ferro e quedar elas no museo pero non se puido rematar a idea como eu quería falta de presuposto. E non me gustan como están xa que se deixas a madeira á intemperie, deixaa envellecer con dignidade e espontaneidade. Lixáronas e botáronlle un protector e non me gusta o resultado, están moi relambidas.

Tes a necesidade de ver as túas obras de cando en vez ou prefires non pasar pola Alameda, por exemplo, para ver o que lle fan a Lorca? Gústache bater coas túas obras despois de feitas?

A ver que vida leva Lorca agora na Alameda… Eu cando vexo a miña obra sácolle os defectos e eu o defecto de Lorca vinllo dende o primeiro momento Houbérame gostado que fora 30 cms máis alto pero non había presuposto. As esculturas de exteriores teñen que ser un pouco mais grande do natural, teñen que ter un toque de colosalismo. Hai unha escultura de Nelson Mandela na Haya que é de 3 metros que é unha marabilla. Todos os clásicos e antigos facían, con razón, a estatuaria exterior enorme. Tódolos escultores teríamos que tratar de imponer pezas maiores pero os encargos e presupostos limítannos. Por outra banda,  hai unha corrente que abusa do realismo nos tamaños e as esculturas quedan moi achicadas, tal e como ocorre en cidades como Oviedo.

Estatua de Lorca na Alameda de Compostela

Meses despois desta entrevista leo no xornal que a estatua de Lorca sufriu unha pintada e escríbolle un whatssap presentándolle condolencias e é o escultor o que me tranquiliza:

Xa a repararon e ise risco forma parte das regras do xogo.

Aínda que dicías que o teu traballo vertebral é a escultura dixeches en varias ocasións que o debuxo tiña moita importancia na túa obra.

Estudiei Belas Artes para compensar as fallas económicas do artista que vai por libre e adicarme ao ensino. Eu fíxenme escultor aos 30 e pico de anos e antes diso estiven dez anos en Barceona facendo comic, grafitti. O debuxo é importantísimo: é a forma máis rápida de facer presente unha idea. Fixen moitos debuxos do rostro de Federico antes de facer a súa escultura porque non me gustan as esculturas que hai del e quería que fose recoñecible e o certo é que quedei contento co resultado.

Saíronche moitos traballos despois da escultura que lle fixeches a Ringo Star?

A partir da escultura de Ringo saíronme clientes para facer esculturas retrato e gústame porque son unha proba dura. Hai que ir con moito tino porque á madeira non lle podes engadir, o cuidado técnico ten que ser moi extremo, non admite erros. Se estropeas o nariz non o podes remendar…

Que deparará ao artista despois da pandemia?

Hai creatividade. É bo momento para reconsiderar que a escultura ao aire libre debería ser o futuro. Primeiro, por un compromiso co medio ambiente, porque nunha zona intervida pola arte non hai posibilidade de usala para usos máis perigosos, e logo non se precisan inversións en infraestructuras. Eu sempro penso en clave exterior, en relacionar a arte coa natureza. En Europa hai parques con esculturas elementáis feitas con tablóns, pedras…rudas, como a propia natureza, preparadas para a súa propia supervivencia. Non precisan conserxes e a relación co público é directa.

Viaxas moito, ves moita arte?

O meu referente principal é a vida ainda que os mestres do pasado axuden para resolver dúbidas ou a resituarme. Eu cando viaxo quero ver á xente, a paisaxe, quero ir comer…pero tamén vou ver arte sen darme grandes atracóns de arte, eu vou ver cousas aos poucos porque se non as emociòns acaban diluidas.

As túas obras transmiten moitas emocións, como o fas?

Eso faino moito o material e as ferramentas, o xeito de intervir a peza: a frescura, sen barnices, sen lixa, nótase o proceso, cada golpe que lle deches queda marcado cada corte e cada astillazo, é un xeito de traballar moi expresivo. É unha conexión directa co espectador sen necesidades de intermediarios que teñan que intervir a obra. A min góstame considerarme como un artista do Renacemento iste é un oficio no que traballas para proporcionar emocións pero hai que someterse a encargo. Fronte a idea de artista romántico que é dono do seu xenio o artista está moi limitado polos encargos. No Renacemento os traballos estaban todos delimitados por contrato.

Mi primer día como profesora de Lengua y Literatura

Mi querido diario: hoy he impartido mis primeras clases de Lengua Castellana y Literatura después de aprobar las oposiciones de Educación Secundaria en dicha especialidad. ¡Al fin! ¡A la cuarta!. Había decidido que me presentaba por última vez que, si volvía a suspender, lo dejaba. La anulación de los exámenes en el 2020, debido a la pandemia, dinamitó mi energía.

¿Lista? Allá vamos…

Pero aquí estoy. El día que parecía que no iba a llegar, llegó: estoy entrando en un instituto por primera vez a dar clases de Lengua Castellana y Literatura. A mi edad (secreta) ,  y después de haber cambiado tantas veces de trabajo, tengo más curiosidad que nervios. ¿Cómo será esto de dar clases de Lengua y Literatura?. Siempre fue mi asignatura preferida como estudiante, a pesar de que el enfoque de la materia por parte de algunos profesores me lo pusiera complicado. Por eso, además de sufrir, también disfruté ampliando los conocimientos que tenía sobre la asignatura mientras preparaba las oposiciones pero ¿Me gustará dar clases?. Ya sé que me gusta leer, incluso estudiar de una manera libre, pero esto es otra cosa.

Las oposiciones para una periodista

Tengo que decir que comienzo en el instituto con la única experiencia docente de las prácticas realizadas durante el Máster en Profesorado en Secundaria de la USC, realizadas en el Instituto Eusebio da Garda de A Coruña. En mi caso no fue posible entrar en el sistema de listas, sustituciones e interinidades que beneficia a una gran parte de opositores. La Administración fija que los licenciados en Periodismo podemos optar a las oposiciones de Secundaria de Lengua Castellana y Literatura pero que podemos entrar únicamente si aprobamos los exámenes. Es decir, Educación nos discrimina porque competimos en desigualdad con nuestros compañeros de Filología que, aunque suspendan y saquen menos nota en los exámenes que nosotros, pueden entrar a trabajar en listas. Pero no voy a dejar que la amargura de la injusticia tiña está crónica de mi primer día de clase.

Muy preparada y con el vestido de la buena suerte

He decidido combatir la inexperiencia docente con preparación y he traído las clases muy preparadas y, por supuesto, me he puesto mi vestido de la suerte: un vestido negro con tréboles verdes de cuatro hojas con el que también aprobé el primer examen de la oposición. Parece que ambas cosas cumplen el efecto deseado y la primera clase sale muy bien. En la segunda, me encuentro con un par de adolescentes rebeldes que intentan con todas sus fuerzas boicotear la clase. ¿Encontraré el punto intermedio entre proyectarme como la señorita Rottenmeir y Santa Silvia de Lengua Castellana y Literatura?. Así es, lo más difícil parece que es encontrar esta dorada medianía, mi identidad como profesora, con tanta diversidad de alumnado. En efecto, tengo 230 alumnos repartidos en ocho grupos y sus diferentes experiencias personales, procedencias, niveles de competencia lingüística y literaria, caracteres y expectativas parecen complicar encontrar mi punto exacto de ebullición docente, mi medida como profesora.

Soy muy autoexigente puesto que no tuve la suerte de disfrutar de una buena profesora de Lengua Castellana y Literatura hasta cuarto de carrera( hasta que me poseyó el espíritu literario de la profesora Catalina Buezo) y no quiero que eso le ocurra a mis alumnos. Quiero ayudarlos, quiero inspirarlos, quiero que aprendan, quiero que se diviertan, quiero que alcancen sus objetivos. Y, por si fuera poco, quiero satisfacer a mis experimentadas compañeras del Departamento de Lengua Castellana y Literatura. Además, no debo olvidar que soy funcionaria en prácticas durante los próximos meses y que he de dejar constancia de todo lo que haga, de todas las elecciones que tome, memorizar mi experiencia.

Alumnas y alumnos de diversas partes y circunstancias

Aunque me costará unas semanas aprenderme todos los nombres y circunstancias ya conozco a muchos de mis alumnas y alumnos. Ya diferencio a dos Hibas, a distintos Luises, Yerays, varias Uxías, Sabelas…¿ Cómo puede haber tantos Alejandros?. Podría crear un manual de antropónimos y seguir el rastro de la globalización creo que hay embajadores de todas las partes del mundo. Además, les he puesto una redacción como primer ejercicio y, después de haberlos leído, ya siento que los conozco un poco más.

Gran parte de mi alumnado tiene dificultades de lectoescritura y de comprensión lectora. En torno al 30% proceden de sistemas educativos distintos, y tienen lenguas maternas propias distintas al gallego y al castellano, lo que dificulta su escolarización. Además, tengo una cantidad significativa de alumnado con dislexia, TDAH, TEA… y dos alumnos con hipoacusia.

Ya le he cogido cariño a muchos de mis alumnos e intuyo que algunos van a ser buenos escritores y me van a dar excelentes momentos de lectura. Ahora son mis niñas y niños.

No va a ser nada fácil que cada uno de ellos avance personalmente al tiempo que progresan como grupo, ni que las dificultades de la tercera parte no interfiera en el aprendizaje de los alumnos y alumnas más resueltos.

Traigo bastantes ideas refrescantes del mundo de la Comunicación pero no me conviene perder de vista los contenidos fijados para los cursos que imparto y, tampoco, que el calendario me presiona.

Me gustaría que aprendieran todos y que aprobaran todos. Sé que tal vez eso no sea posible y anticipo que el primer suspenso me romperá el corazón. 

Una bonita sorpresa del destino

La Fortuna, ya se sabe, siempre sorprende y esta vez para bien. Tan solo un día antes de comenzar a trabajar me enteré del instituto de destino para este año. Para mi sorpresa, mi instituto y el trabajo de mi amada amiga Mariquiña están separados por tan solo un edificio. Quedamos para tomar café y su alegría y generoso recibimiento hacen que este día sea completamente inolvidable. ¿ Qué más puedo pedir? Aunque estemos atareadas alivia pensar que estamos a cien metros (distancia exclusivamente física) la una de la otra.

Nosa Señora dos Ollos Grandes en Lugo

Por cierto, el  21 de julio me enteré de que todo el esfuerzo realizado había alcanzado su recompensa, de que todos los fines de semana de estudio y privaciones, los horarios infinitos, me habían acercado a la meta: había aprobado las oposiciones. Una suerte perseguida y cercada. El 15 de agosto me fui a la romería de Nosa Señora dos Ollos Grandes, patrona de Lugo, a dedicarle el aprobado puesto que me examiné en el Instituto de Lugo que lleva su nombre. Durante la homilía me enteré de que Alfonso X “el Sabio” le dedicó la cantiga número 77 a esta virgen atribuyéndole un milagro. Es, además, una virgen extraordinaria, una virgen que agarra su pecho desnudo derecho con el que amamanta a dios. Os reproduzco la letra de la primera estrofa de la cantiga por si la queréis conocer. Yo tuve la suerte de escucharla cantada por el Orfeón de Lugo. Os seguiré contando sobre mis nuevas andanzas…

Saúde e Literatura.

Da que Deus mamou o leite do seu peito

Da que Déus mamou o leite do séu peito

non é maravilla de sãar contreito

Desto fez Santa María miragre fremoso

ena sa igrej’ en Lugo, grand’ e pïadoso

por ũa mollér que havía tolleito

o mais de séu córp’ e de mal encolleito.

(…)

Festiletras na Aldea do Couto

Grazas a Festiletras vou vencer a preguiza a postear no blog. Cando parecía que o verán estaba feito e que nada me estimularía o suficiente para escribir, descubrín o festival Festiletras no Instagram e decidín ir visitalo. E menuda sorpresa levei. A aldea grande para ser aldea, cuidadiña e auténtica e a programación de Festiletras, inmellorable. Para que logo digan que o Instagram non val para nada.

Mural Festiletras do Couto

Os xornalistas adoitamos chegar cedo aos eventos para cubrilos e así foi como cheguei o venres ás 16:30 cando o grupo e dar unha volta tranquilamente pola aldea adiante.

Aldea do Couto en Ponteceso
Aldea do Couto en Ponteceso

Maila ser veraneante dende nena da Praia de Razo e de Malpica non coñecía o Couto nen o seu festival de letras, o Festiletras, que xa leva trinta nove edicións máis vou facer todo o posible por non perder ningunha das seguintes. Tan preto e tan lonxe. Preocupámonos por viaxar máis non por escudriñar o terruño.

Un dos escenarios eira do Festiletras

Acompañada pola miña nai e os nenos cheguei ao Couto e fiquei coa boca aberta toda a tarde. Outra cousa boa deste festival é que é interxeracional e recupera o espírito da romería na que desfrutaban avós, fillos e netos. Despois de escoitar a proba de son do grupo Fetén Fetén e os seus artistas invitados, decidimos mercar as entradas e quedar ver o concerto que comezaba ás 18h.

Escoitando a Fetén Fetén

Dame vergoña recoñecer que non coñecía a Fetén Fetén, un dúo de músicos de Burgos, que fixéronme caer na conta de que non escoitara boa música en directo dende facía anos. Maila ser dous o seu son envolvente e o seu espírito festivo, contemporáneo á vez que ancestreiro, popular e culto, trasladoume a un concerto de Emir Kusturica que vin nos anos noventa. Ademáis o dúo contou coa colaboración doutros artistas, entre eles, Caamaño & Ameixeiras, outro dúo formado por violín e acordeón, neste caso de mulleres novas aínda que sobradas de talento.

Fetén Fetén, facendo honra ao seu nome, están fetén e paga a pena escoitalos en directo, son un espectáculo dos bós. Un dos momentos máis divertidos do concerto e cando xunto ao acordeón, violín, zanfona, fan uso doutros instrumentos inventados para facer música ao longo da historia pero que nas mans destes dous artistas sonan igual de ben que os instrumentos de máis pedigrí: un xilófono feito con ósos, unha culler contra unha botella de anís do Mono, unha lata de pimentón…

Longa vida a este festival das letras, da música e da cultura, que vai cumplir corenta anos sen perder a súa esencia e que así siga moitas edicións máis.

Entrada ao concerto de Fetén Fetén

Tal e como desexou Xurxo Souto, inmensísimo e intensísimo falador cando recibiu por parte dos organizadores de Festiletras o premio Bo e Xeneroso 2021, que medre O Couto!. Eu engadiría que medre aínda que amodiño, sen perder o bo rumbo que leva. Tamén dixo Xurxo Souto que a Fundación Eduardo Pondal é a máis creativa do país polo que haberá que estar atentos a todo o que fagan por reivindicar a obra do que reparou no queixume dos pinos e esparellar cultura.